jueves, 29 de diciembre de 2011

Gracias

Siempre he creído que antes de morir todos deberíamos intentar dejar huella. Hacer algo grande, enseñar algo a alguien. Y no me refiero a enseñarle a dividir, sumar o hacer el análisis de una frase. Porque al fin y al cabo las lecciones que más agradecemos son aquellas que no se aprenden detrás de un pupitre y atendiendo en clase. Las lecciones verdaderamente importantes son aquellas a las que no prestas atención, aquellas que te parecen buenas pero que no haces tuyas hasta que un día abres los ojos y dices ¡ostia! Esto lo había oído yo en algún lado.

Y yo conozco a un personaje, que sin esperarlo un día me explico una gran verdad. Quizá el ya no lo recuerde. Pero sucedió así:

Íbamos en coche, yo volvía de trabajar y el me había venido a buscar. Él no conocía demasiado bien la ciudad. Así que antes de llegar a casa dio lo que yo considere una vuelta innecesaria.

“Pedazo vuela que as dado” Le dije entre risas. El sonrió y me dijo: “No siempre el camino más corto es el más bueno”
Yo le dí la razón. Y para apoyarlo en su teoría le dije: “De todas formas, todos los caminos llevan a roma” Pero de nuevo me equivoca.
Y así me lo hizo saber: “Eso es mentira, ¿que pasa con las calles sin salida?”
Entonces, yo respondí: “En esos casos hay que hacer marcha atrás”
El volvió a sonreír al parecer conforme con mi respuesta. Más sin embargo añadió: “En la vida echar marcha atrás duele. Es mejor mirar al frene, concentrarte en lo que viene y dejar lo que ya pasó en el recuerdo. Y si para eso es necesario dar una gran vuelta pues se da […]

En su momento quizá no supe valorar esa lección de la vida... pero con el pasar de los días e ido entendiendo su significado. Si el hubiera elegido el que a mi me apreció el buen caminó, el corto, el de siempre y el sencillo. Esa conversación no hubiera tenido lugar y yo seguiría siendo la misma si, solo que con una lección menos.

Así que gracias padrino.


Vivimos demasiado ocupados recordando el pasado y construyendo el futuro. Olvidándonos así de vivir el presente.